Cuando el poder de la aristocracia se vio debilitado, y comenzaron las revueltas, la oscuridad nubló el cielo de Japón, y una encarnizada lucha de clanes dejó tras de si un reguero de sangre y miseria, en la conocida como período Sengoku. Esta élite de nobles guerreros se erigieron como líderes militares del país. Una de las formas de causar terror en sus enemigos era empleando las Máscaras de Samurai, alegoría de un demonio.
Los samurais siempre han estado envueltos de cierto misterio y romanticismo. Estos intrépidos guerreros surgieron en el siglo IX, y en sus orígenes eran soldados que velaban por la seguridad de los miembros de alto rango de la corte imperial.
Orígenes e Historia de las Máscaras de Samurai.
Todos conocemos las caracterizaciones clásicas de los samuráis, ya se a través de taquillazos como El último samurái, o referencias en series, películas o libros de la cultura popular. Es, de hecho, una de las pocas cosas de la historia popular de Japón que ha transcendido fuera de sus fronteras, y ha causado curiosidad y asombro en todos los países occidentales.
Desde sus llamativas armaduras, pasando por sus armas, sobre todo la katana, que llegó a ser considerada el «alma del guerrero», y terminando por las tenebrosas máscaras. Estas eran empleadas en el campo de batalla para causar miedo en sus enemigos, existían tres tipos: las somen, que cubren todo el rostro; las llamadas hambo, que se limitan al cuello y la barbilla; y por último, las mempo, que empiezan en la nariz y terminan en el cuello, cubriendo así media cara.
Disfraces con Máscaras de Samurái.
Disfrazarse en carnaval de samurái, puede sonar muy sugerente, especialmente por las máscaras tan alucinantes que podemos encontrar sobre la temática. Un disfraz sin duda original, que además hace alarde de una gran elegancia. Una forma divertida y muy artística de recordar a aquellos hombres de honor, que lucharon y basaron su vida en el conocido como Bushido, o camino del guerrero.